dia de invitaciones fallidas

el instinto me susurro, invítala, mi razón callo ese susurro, que era lo adecuado, lo correcto, que era lo correcto, luego pensé en que si hubiera sido bueno haberlo hecho aunque también podía ser mi sentimiento por ella lo que me susurrase porque el instinto no susurra, grita y muy fuerte, grita en tu mente como un demente grita bésala, dile algo, no la dejes ir, pero no susurra a mi no me ha susurrado antes y creo que no lo hará, porque se fue en ese bus rojo que tanto detesto y yo de alguna forma como antes, con mil ideas revueltas en mi mente pero una extraña tranquilidad lo cubría todo, debe ser ese pensamiento zen que de ves en cuando me inventa y me hace olvidar todo, vivir sin arrepentimientos sin preocupaciones por un futuro que no existe, luego me fui a visitar al bello grupo del que hago parte y que tenia muy abandonado, quería tomar una foto, cosa que no pude hacer, una invitación fallida mas, esperar, guardar, una invitación mas que se hace en el día de las invitaciones fallidas, una que me hace pensar, una que me hace dudar pero la gripe y las obligaciones me hacen decir no y volver a casa con ganas de ir. que ira, que dia tan estresante como me decia ella cuando a mi ya ni me importaba el dia, me habia olvidado de todo