día gris -no gente, no tu no alguien-
positivé un poco de hecho fue solo una foto que por cierto quedo mal, me mostraron luego unos escritos realmente sureales que me hicieron pensar en la forma en la que escribo, siempre hay conexiones... (Clarice Lispector)
salimos
una pregunta de esas que siempre lo hacen pensar a uno, "uds en que creen nos preguntaba ... ", pensar un poco y luego responder ·creo en mi, en que puedo hacer las cosas, todo es demasiado aleatorio para que haya un dios·
seguimos caminando
-un alto y te llamo, no contestas-
buscamos donde sentarnos para seguir hablando, nos dirigimos a la ensenada y nos sentamos cerca donde el rió de gente numérica desemboca en el lago de los eventos, nos sentamos porque estábamos hablando de religiones, creencias y cosas de las que hace mucho no hablo y que siempre son muy interesantes cuando hay con quien hablar...
alguien pasa vendiendo pola, una caperucita negra con falda corta y ligueros color rosa que era realmente hermosa ... es inevitable que todos los hombres en la ensenada no lo noten, todos de alguna forma la miramos y luego seguimos en nuestras divagaciones, como vacas .... siempre pensando lo mismo, diciendo lo mismo, creyendo lo mismo, arrancando plantas, fumando plantas, masticando plantas, sentados a la luz del sol
el dialogo se ve interrumpido por un anuncio "saben escuche por ahí que ahora viene mas gente acá los viernes porque están volviendo a vender la droga del estar", pienso en que tiene sentido, muchas cosas tienen sentido ahora, como la reticencia de alguien que conozco para tomar en la ensenada, pensando y volviendo al estado vacuno de la reflexión sobre las creencias...
un nuevo anuncio interrumpe la charla, la nena del vestido rojo y pantalones desgastados nos dice "me ayudan a conseguir un poco", es raro ese tipo de propuestas a gente desconocida, yo no tenia problema, no tenia nada que hacer, el otro me miraba realmente extrañado, no se si por la propuesta o porque yo no le hubiera visto problema, ella avergonzada pero decidida pregunto, que pena C. pero me la aguanto sera que algún amigo suyo esta allá para que me consiga un poco, es que es para un encargo, nos levantamos y nos dirigimos a las zonas de la ensenada en las que usualmente se realizan las transacciones, preguntamos, nadie da razón, ella se desespera, pregunta le dice, no ves a ningún amigo tuyo, C. intentaba buscar y no veía, alguien nos llamo, nos dijo el -y señalo al misterioso hombre de la cresta gris- llegamos, el absolutamente llevado del demonio de la del estar, se inicia la negociación entre C. y el misterioso hombre, yo presenciaba la transacción con una mezcla entre temor e incertidumbre, mientras le decíamos es para una receta (la nena ya había aclarado que era para hacer una torta) -hasta que punto sea cierto ya no se- pero el hombre entre la irracionalidad de su estar y la codicia, se pone agresivo cuando le ofrece una suma baja, el compañero que estaba peor, con sus ojos desorbitados, idos imbuidos en el estado alterado se pone aun mas enojado por la oferta y entonces nos vamos, C. dice "gracias parce" y el misterioso hombre de la cresta que se alejaba da la vuelta regresa y dice algo así como yo nunca he consumido con ud para que me diga parce, -un niño pequeño que pelea por como alguien lo llama, el todo un icono de esas subculturas que nunca me han convencido, se enojaba por como le decían, me parecía gracioso, nos alejamos entonces de la ensenada, la nena se quería ir para la casa, una conversación mas sobre psicología, Freud y el super yo, la explicación a porque la paranoia se apodera de las personas en el estado de la estar...
nos fuimos, la acompañamos a la frontera con la realidad
salio, y hablamos sobre la reflexión que suscito en mi la "feria de la seguridad", que había visto ya hacia casi un mes, ella se fue y regrese junto con C. busque en el lugar donde siempre nos reunimos con los conocidos, nadie, ningún conocido, luego te llame, estabas lejos del lugar, llame luego a Polux, quería beber algo, antes de regresar a casa, estaba aburrido y cansado....
pero cuando el dios universo conspira no hay nada que nosotros podamos hacer
Polux estaba almorzando y no podía beber porque tenia el vehículo del restaurante, tenia que comprar algunas cosas para el trabajo, y debía ir al otro lado de la ciudad, no tenia nada que hacer, ni ganas de regresar, entonces, decidí acompañarlo, se suponía llamaríamos a Diako para reunirnos, hablar, de pronto tomar, pero ay dios universo, una extraña interferencia, una extraño momento y el celular de Diako esta muerto y no nos podemos comunicar con el...
subimos al carro y nos vamos del lugar
por la vía volvemos a llamar a Diako sin resultado alguno, el carro se mueve en medio del las vías, en medio de las congestiones, en medio de la noche, de la ciudad de la gente, de los minutos y llegamos al lugar de compras...
una hora esperando
regresar a la casa y dormir
positivé un poco de hecho fue solo una foto que por cierto quedo mal, me mostraron luego unos escritos realmente sureales que me hicieron pensar en la forma en la que escribo, siempre hay conexiones... (Clarice Lispector)
salimos
una pregunta de esas que siempre lo hacen pensar a uno, "uds en que creen nos preguntaba ... ", pensar un poco y luego responder ·creo en mi, en que puedo hacer las cosas, todo es demasiado aleatorio para que haya un dios·
seguimos caminando
-un alto y te llamo, no contestas-
buscamos donde sentarnos para seguir hablando, nos dirigimos a la ensenada y nos sentamos cerca donde el rió de gente numérica desemboca en el lago de los eventos, nos sentamos porque estábamos hablando de religiones, creencias y cosas de las que hace mucho no hablo y que siempre son muy interesantes cuando hay con quien hablar...
alguien pasa vendiendo pola, una caperucita negra con falda corta y ligueros color rosa que era realmente hermosa ... es inevitable que todos los hombres en la ensenada no lo noten, todos de alguna forma la miramos y luego seguimos en nuestras divagaciones, como vacas .... siempre pensando lo mismo, diciendo lo mismo, creyendo lo mismo, arrancando plantas, fumando plantas, masticando plantas, sentados a la luz del sol
el dialogo se ve interrumpido por un anuncio "saben escuche por ahí que ahora viene mas gente acá los viernes porque están volviendo a vender la droga del estar", pienso en que tiene sentido, muchas cosas tienen sentido ahora, como la reticencia de alguien que conozco para tomar en la ensenada, pensando y volviendo al estado vacuno de la reflexión sobre las creencias...
un nuevo anuncio interrumpe la charla, la nena del vestido rojo y pantalones desgastados nos dice "me ayudan a conseguir un poco", es raro ese tipo de propuestas a gente desconocida, yo no tenia problema, no tenia nada que hacer, el otro me miraba realmente extrañado, no se si por la propuesta o porque yo no le hubiera visto problema, ella avergonzada pero decidida pregunto, que pena C. pero me la aguanto sera que algún amigo suyo esta allá para que me consiga un poco, es que es para un encargo, nos levantamos y nos dirigimos a las zonas de la ensenada en las que usualmente se realizan las transacciones, preguntamos, nadie da razón, ella se desespera, pregunta le dice, no ves a ningún amigo tuyo, C. intentaba buscar y no veía, alguien nos llamo, nos dijo el -y señalo al misterioso hombre de la cresta gris- llegamos, el absolutamente llevado del demonio de la del estar, se inicia la negociación entre C. y el misterioso hombre, yo presenciaba la transacción con una mezcla entre temor e incertidumbre, mientras le decíamos es para una receta (la nena ya había aclarado que era para hacer una torta) -hasta que punto sea cierto ya no se- pero el hombre entre la irracionalidad de su estar y la codicia, se pone agresivo cuando le ofrece una suma baja, el compañero que estaba peor, con sus ojos desorbitados, idos imbuidos en el estado alterado se pone aun mas enojado por la oferta y entonces nos vamos, C. dice "gracias parce" y el misterioso hombre de la cresta que se alejaba da la vuelta regresa y dice algo así como yo nunca he consumido con ud para que me diga parce, -un niño pequeño que pelea por como alguien lo llama, el todo un icono de esas subculturas que nunca me han convencido, se enojaba por como le decían, me parecía gracioso, nos alejamos entonces de la ensenada, la nena se quería ir para la casa, una conversación mas sobre psicología, Freud y el super yo, la explicación a porque la paranoia se apodera de las personas en el estado de la estar...
nos fuimos, la acompañamos a la frontera con la realidad
salio, y hablamos sobre la reflexión que suscito en mi la "feria de la seguridad", que había visto ya hacia casi un mes, ella se fue y regrese junto con C. busque en el lugar donde siempre nos reunimos con los conocidos, nadie, ningún conocido, luego te llame, estabas lejos del lugar, llame luego a Polux, quería beber algo, antes de regresar a casa, estaba aburrido y cansado....
pero cuando el dios universo conspira no hay nada que nosotros podamos hacer
Polux estaba almorzando y no podía beber porque tenia el vehículo del restaurante, tenia que comprar algunas cosas para el trabajo, y debía ir al otro lado de la ciudad, no tenia nada que hacer, ni ganas de regresar, entonces, decidí acompañarlo, se suponía llamaríamos a Diako para reunirnos, hablar, de pronto tomar, pero ay dios universo, una extraña interferencia, una extraño momento y el celular de Diako esta muerto y no nos podemos comunicar con el...
subimos al carro y nos vamos del lugar
por la vía volvemos a llamar a Diako sin resultado alguno, el carro se mueve en medio del las vías, en medio de las congestiones, en medio de la noche, de la ciudad de la gente, de los minutos y llegamos al lugar de compras...
una hora esperando
regresar a la casa y dormir
esas misteriosas desapariciones
ResponderEliminarpero cuando estoy en i estado físico
¿estoy realmente?
plop!
narartivamente existmos
invisiblemente tal vez...