2009/06/08

sangre

un pequeño accidente

la sangre brota incontenible de mi dedo, no hay dolor (y eso es raro), voy a mi habitación, mi mano ensangrentada mientras busco un recipiente para guardarla y luego usarla para escribir, la coloco con rudeza, limpio mi mano con el recipiente, con fuerza, debería tratarla con mas cuidado es mi sangre después de todo y supongo ahí puede estar mi alma.

me lavo las manos con cuidado y es inevitable recordar el día en el que vi mi sangre venir de mis entrañas.

se coagula, en el recipiente le agrego alcohol y un poco de agua para intentar diluirla pero nada, no se diluye, busco en Internet, no hay forma artesanal de diluirla seria, creo que se daño, que mal como escribiré con sangre seca.

pasaron las horas

no me gusta la tonalidad que toma, dejo de ser sangre roja, viva, hermosa, como los labios de ella en mi sueño, so volvió fea, simplemente

limpie el frasquito, lo lave y lo guarde, tendré que planear mejor cuando vaya a escribir ..... para que el azar no me tome por sorpresa

1 comentario:

  1. MMMhh...
    que el azar no te tome por sorpresa
    creo que primero se desangra uno antes que uno se anteponga al azar, jej...
    pienso en una cosa
    lo que es nuestro, lo que nos pertenece, hace poco cuando me contasteis aquello escribí algo sobre el tema, pero redondeando la idea es que bueno... la sangre es nuestra, pertenece a su respectivo cuerpo y ahí debe estar (tal vez en términos ontológicos,...) si sale de su recipiente, ¿no debe dejar de ser sangre? claro, deja de ser esa sangre propia, podría ser una no-sangre...
    en fin...
    una narración breve que deja en suspenso...

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grietas?